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15 agosto, 2013

Conociendo el Hospeda Salvador y amigos para toda la vida



Después de 30 horas de haber salido de mi país, entre aeropuertos y aviones, después de pisar suelos brasileños y conocer a algunas personas camino al hostel, después de conocer el estadio Fonte Nova y recoger mi uniforme al fin era el momento de conocer el lugar donde sería mi hogar por las siguientes dos semanas. 


Recuerdo que me ayudaron a cargar mis dos maletas a la habitación de chicas en donde me tire al suelo a desempacar algunas cosas, entre tanto entró una chica que me saludo de una manera muy cordial era Sofi la chica mexicana. Pasaron 5, 10 hasta 20 minutos y yo seguía allí en el suelo acomodando mis cosas lo hacía lo más lento que podía porque en realidad tenía un poco de miedo de salir del cuarto y conocer a tantas personas desconocidas. 

Me arme de valor y salí del cuarto no recuerdo muy bien pero creo que ni salude a los otros voluntarios, me fui a sentar en frente de una computadora ha escribirle a mi familia y amigos que estaba bien. Ellos estaban sentados en una mesita que se encontraba en el patio de hostel, bebiendo y compartiendo, cuando uno de ellos me dijo que si quería probar las bebidas que estaban tomando, a lo cual respondí "no gracias" porque no tomó bebidas alcohólicas. 

De nuevo me fui de ese lugar a sentar en frente de la computadora y pase varios minutos allí cuando me volvieron a llamar y es que era hora de tomarse la foto del recuerdo (la de arriba) esa foto es muy divertida porque en ese entonces aún no sabía lo mucho que iba terminar queriendo a cada uno de las personas que me rodeaban.

Después me explicaron que ellos hacían las cenas juntos, compraban las cosas y uno cocinaba, comían y luego se dividían los gastos, Nemo es un brasileño muy alto que vive de Curitiba que habla muy bien el español, dijo "somos como una familia" recuerdo que esas palabras fueron un alivio para mí y al fin pude sonreír, comimos y compartimos esa noche. Nunca me imagine que esas personas se convertirían en amigos que quiero conservar para el resto de mi vida. 

05 agosto, 2013

Conociendo el estadio Arena Fonte Nova



Nos encontrábamos en el carro recorriendo el camino desde el aeropuerto hasta la ciudad junto con otros 2 voluntarios que habían llegado el mismo día y decidieron ir a sacar sus credenciales, eran como las 6:00 pm y había un gran congestiona-miento cerca del estadio por lo que decidieron estacionar el carro e ir a pie. Comenzamos a caminar por las calles de Salvador, Bahía y solo podía pensar en lo familiar que me parecía el lugar, calles sucias y paredes manchadas, asfalto mal hecho y con rajaduras hasta que llegamos al centro de credenciales después de algunos problemas con la base de datos me pasaron al área de la toma de fotografías y solo podía pensar en que la cara de 30 horas de viaje y unas cuantas más sin dormir iban a quedar impresas de por vida en mi carné oficial de FIFA.

Regresamos al carro ya con nuestras credenciales y era hora de pasar a recoger el uniforme oficial de los voluntarios de la FIFA en el estadio Arena Fonte Nova. La emoción fue inmensa cuando entramos al estadio pero rápidamente nos llevaron al centro de voluntarios donde estaban varios voluntarios trabajando los cuales nos dieron una cálida bienvenida principalmente una señora quien con una gran sonrisa y emoción nos invitó desde ya a participar en una comida, todos accedimos felices y muy agradecidos.

El uniforme de FIFA contenía dos blusas, una chaqueta, 3 pares de calcetas, 1 par de tenis, un pants y una mochila todos bien identificados por adidas y por FIFA, recuerdo que en cuanto vi los tenis me enamoré de ellos.

Era hora de pasear por el estadio, después de terminar de recibir nuestras cosas en el centro de voluntarios salimos directo al estadio, ya el cielo estaba oscuro lo que permitía disfrutar más la vista del estadio iluminado, con emoción y incredulidad comenzamos a tomar fotos de la primera vez que conocimos al Estadio Fonte Nova.